El empate entre Rosario Central y Boca dejó mucho más que un marcador repartido. Ángel Di María, autor de un gol olímpico que hizo estallar al Gigante de Arroyito, se sinceró frente a las cámaras y contó que todavía se siente “en falta” con Miguel Ángel Russo, el actual entrenador del “Xeneize” e ídolo “canalla”.

“Ya había hablado el año anterior, diciéndole que iba a volver. Después no se dio y me sentí en falta con él. En el Mundial de Clubes se lo dije y me entendió, porque es una persona muy familiera. Poder darle un abrazo y un beso es algo muy lindo”, reconoció “Fideo” en ESPN.

El campeón del mundo se refirió también al regreso de Russo al Gigante, tras haber atravesado problemas de salud que lo alejaron momentáneamente de la actividad. “Fue muy lindo que haya podido venir después de lo que estuvo pasando. Lo había visto en el Mundial y ahí le agradecí todo lo que hizo por Central. Estaba feliz de poder verlo”, añadió.

El regreso que no fue

Cada vez que el contrato de Di María llegaba a su fin, las ilusiones en Rosario se multiplicaban. Ocurrió en 2022 tras dejar PSG, en 2023 al quedar libre de Juventus y, sobre todo, en 2024, cuando avisó que se retiraría de la Selección y Central disputaba la Copa Sudamericana con Russo en el banco.

Pero un episodio violento frustró todo: cuatro balazos y un mensaje amenazante en su casa de Funes hicieron que el futbolista priorizara la seguridad de su familia y renovara con Benfica. Pocos días más tarde, Russo presentó su renuncia tras una campaña irregular, lo que terminó por sepultar aquella posibilidad.

Además de hablar de Russo, Di María lamentó la lesión de Alejo Véliz, quien debió salir en el primer tiempo con una dolencia en el hombro. “Que tenga esta lesión es una m…, pero ojalá se recupere rápido. Es un garrón porque sabemos lo que significa para nosotros”, expresó en TNT Sports.

La noche que comenzó con un golazo olímpico y terminó en empate también dejó espacio para la sinceridad. Di María dejó claro que Russo ocupa un lugar especial en su historia con Central y que la deuda pendiente de vestir nuevamente la camiseta auriazul bajo su mando aún le pesa.